miércoles, 27 de noviembre de 2013

Programa 10 - Enlatados y otras hierbas



   Radio bachi, no solo es una radio. También hacemos cultura. Y la cultura de los trabajadores empieza desde los mismos. Escribiendo, en un inicio lo que sienten, lo que pueden y lo que realmente les sucede.
Hoy por hoy, gracias a las nuevas tecnologías,  podemos grabarlos, para que nuestras voces, no solo sean escritas y para que todos tengan acceso a ellas, de manera fácil y cómoda.


De esta manera, damos a conocer dos textos y dos audios que dan para hablar.

Textos :


¿Porqué escribo? - Ezequiel Bajadish

 Verdaderamente, esa clase de preguntas, se formulan una y otra vez en las mentes de miles de millones de personas  día tras día. Y al igual que en la filosofía, pocas son las respuestas para ello. Pero para darle una chance a la pregunta y no matarla con un “No” fulminante, vamos a intentar desmembrar la incógnita con un simple ejemplo:
Digamos que un hombre, en la vieja Rusia (No necesariamente un escritor, no necesariamente un hombre) escribe unas líneas, escribe porque puede hacerlo, escribe porque si y escribe porque le gusta. Este hombre (Pongámosle Vlad) Es parte de un marginado y frio Soviet en el sur de la nación más helada del mundo. Vlad se levantó una mañana, se sirvió un pequeño plato de Piorozhki con algunos días de elaboración y un pequeño vaso de vodka para apaciguar el frio. Se alejó de sus compañeros un poco y en un momento de distracción logró entintar una vieja pluma y lograr escribir unas  vagas líneas en un denso papel. Vlad apenas sabe escribir, pero sabe razonar. Él no sabe porque lo hace, pero lo hace. Las preguntas (Que siempre estuvieron) Vuelven a marginarse en lo profundo de su inconsciente. No tiene respuestas para esto, pero sin embargo no lo dejará de hacer. Poco importa si esas líneas en algún momento de la historia van a ser leídas por ojos humanos, más allá de los del mismo Vlad. Pero lo hace porque puede, y lo hace porque cree que quiere hacerlo.

Mientras tanto en otro lugar, más precisamente en otro tiempo, un estudiante de literatura escribe una brillante tesis, elaborada únicamente para que la lea un profesor, un estudioso y un técnico en cuestión de cátedras. Escribe para obtener, a fuerza de voluntad y de trabajo intelectual, un título, que en el futuro le servirá para vivir de lo que cree que le gusta. (Llamémosle Juan) Juan vive en un país sudamericano y las altas temperaturas de febrero no le causan daño mayor que un leve dolor de cabeza. Juan escribe porque puede y escribe por que sabe hacerlo, pero tal vez (Y solo tal vez) No este escribiendo porque quiere (En ese preciso momento) Probablemente las toneladas de poesía improvisada y su novela de ciencia ficción, aún sin terminar no le sirvan mucho para su tesis. Pero escribe porque necesita hacerlo.
Y tan densas como obtusas, son las preguntas, que metafóricamente hablando se le presentan como el dejo de una posible receta para ser un técnico como su propio profesor.
Pero quizás (Y solo quizás) no quiera estar sentado en un banco de una universidad, con millares de libros en su haber y con el alumnado todo, en su misma situación.
Pero al igual que pasa con la filosofía, el hecho de preguntar y de repreguntar preguntas, que tal vez carezcan de respuestas, enriquece la situación toda. Y por eso lo hace, lo hace porque puede y lo hace porque sabe hacerlo. Ahora la pregunta en cuestión sería ¿Existe relación entre esto y aquello? Y digo esto y aquello, para referirme específicamente entre dos personas ficticias, teóricas e inventadas, dos historias paralelas entre sí, pero totalmente diferentes entre ellas. Ambas partes, seguramente en algún momento de su línea temporal, hilvanaron la misma pregunta, que, sin respuesta aún re formulan la existencia de su totalidad, y la pregunta vuelve a aparecer y las respuestas de vacaciones.
“¿Por qué escribo? ¿Si probablemente (Y solo probablemente) Los pequeños textos de Vlad y de Juan nunca verán la luz del día? ¿Si la respuesta es la pregunta con la que nacieron y la cuestión es tan básica como respirar?

Solía escribir un poeta de los suburbios:

 Escribir me salva, pero también me condena
 Me condena al olvido marginal que sufren los artistas
Me condena al exilio, al éxodo de preguntarme “Porque”
Pero sin embargo me salva, me ayuda a escaparme, a liberarme
Y sobre todo, me salva, de no  dejarme olvidar.

Entonces, ¿Por qué escribo? Escribo porque puedo, escribo porque quiero y sobre todo porque intento, no dejarme olvidar.



Conversando con un otro - Ezequiel Bajadish

  - Pasáme la birome -  Me digo en silencio, mientras venzo a mi insomnio una vez más.
- Tengo ganas de apuñalar a mi otro - Repito como un triste tipo esperando una respuesta del espejo.
   Mi otro, el que habita en mi mente, el que nubla mi juicio, el más idiota de los dos, el que rompe mis esquemas, el que quebranta mis normas y el que destroza mi moral. Ese es el Otro que estoy dispuesto a aniquilar, aunque me cueste la vida, aunque me cueste la suerte.
   Un tipo especial ese Otro. Soberbio, despiadado y senil, Tan cansado de mí, como yo de  él. Generalmente nos odiamos con un odio terriblemente ajeno, como el que se le tiene a los tipos que salen en las revistas.
   En silencio (como siempre) lo olvido de a ratos, en tristes lapsos de verdadera incomprensión, y él me devuelve una sonrisa macabra, cargada de años que no dicen adiós.
  Y hablamos (si, hablamos) hablamos de formas, de inquebrantables propuestas, hablamos de conspiraciones silenciosas para acabarnos mutuamente. Pero como en un acto de Hybris ambos nos creemos más que dios, con el mismo poder divino y desafiante, que tiene hasta el más hereje de los héroes, para ponerle fin a la vida del ajeno, que habita en el cuerpo del Otro.
  Pero a veces pareciera que nos entendemos (pareciera), nos sentamos a mirarnos, con una comprensión mentirosa (incomprensión), asentamos con la cabeza al unísono, pero por debajo de la mesa, los dos tenemos una baraja trucada, de posibles espadas y dos treinta y tres que se van a ir al mazo sin dudarlo. Soltamos un grito, en la cara del otro, y así es como volvemos a empezar, sin envido, sin trucos y sin cartas bajo las mangas. 

Fumamos de la misma pipa dos veces, el humo entra en mi cuerpo queriendo matarlo, atraviesa mi laringe, envenenando todas mis vías respiratorias, y alojándose en mis pulmones (nuestros pulmones), lejos de poder matarlo, solo logro envenenarme otra vez. Y el Otro sigue ahí, pareciera que disfruta de eso (Yo no soporto el humo). 
- ¡Que se muera de una vez! Le grito al insomne, mientras me sirvo otro vaso de vino, que es nuevamente un disparo al vacio, un salto al olvido y un yo que no soy.
  - ¡Me quiere envenenar, lo juro! ¡Yo lo he visto! Como dispara ansiedades contra mí, como si fuera el peor de los condenados, en plena ejecución.-  Y otras veces lo veo tentando al destino, como si fuera el mejor de los asesinos a sueldo, buscando mi cabeza, para ponerla en una pica y mostrársela al mundo.
  Pero a veces nos entendemos, ¿te lo había dicho, no? A pesar de todo, somos casi la misma persona, pero ahí es cuando el Otro aprovecha y me remata en el piso.
  Nos sentamos a hablar (si, a hablar), fumando de la misma pipa y tomando vino del mismo vaso, más de dos veces, me vuelvo a quedar dormido, y entonces me despiertan sus crueles palabras: “Pasáme la birome, tengo ganas de apuñalar a mi otro”








Audios  links :

             
                         Conversando con un otro : 
                         ¿Porqué escribo?:            












Sección Música barrial : Invitado, Mariano de Quimera de sueños (Centro cultural Sudando Futuro)

La música de los barrios, cada vez pisa más fuerte. Y partiendo desde aquí, damos a conocer un excelente audio del cantante de Quimera de sueños, Mariano, Que estuvo con nosotros, con su guitarra y la conciencia social que todos tenemos pero que hoy, solo algunos se animan a mostrar. Mariano estuvo con nosotros, mostrándonos uno de sus últimos temas de su último disco.Podemos bajarlo desde el siguiente Link de Mediafire que a continuación daremos a conocer.



Muchas gracias Mariano por la buena onda y a todos ustedes por la buena onda.

Radio Bachi : La fuerza que organiza, la clase que puede.













¡No te olvides de visitar el blog del taller literario!
 www.elfurgonliterario.blogspot.com

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