FIESTA DE FIN DE AÑO
EN LA CASA DEL CANILLA
EN LA CASA DEL CANILLA
"Incorrespondencia" po Ezequiel Bajadish
Un diploma, un analítico,
una sonrisa de oreja a oreja y un brindis durante un eterno fin de semana.
Estas son las características principales que se pueden observar en un egresado
al finalizar sus estudios. Pero más allá de eso, hay otras cosas. Cosas que
podrían ser insignificantes, en la cotidianeidad de la escuela formal.
Esta cotidianeidad, que nos marcó a todos como en una suerte de momentos
oscuros que quisiéramos olvidar. Todos, casi en su totalidad aparecieron en un
Bachillerato Popular sin saber a donde
ir. Expulsados por un sistema que en ese momento, no nos correspondía.
Y no corresponder, es un grave problema. Sobretodo cuando esta
incorrespondencia, nos corresponde y nos concierne a absolutamente todos.
Solía decir la gente de por aquí, “Que existan los bachilleratos Populares es
un error del sistema mismo de educación” Los bachilleratos populares, son un
reflejo y una necesidad. Un reflejo de un sistema que, con el correr del
tiempo, las cifras de desertores y excluidos, crecen sin parar. Y una
necesidad, que también crece con el tiempo y son cada vez son mas los
Bachilleratos Populares, y cada vez son más los que apuestan a la educación
popular día tras día, logrando, sintiendo, creyendo.
Y a pesar de todo, de nuestra lucha, de las constantes
caídas, y las infinitas victorias, no podemos quedarnos sentados a esperar a
que, después de tener el titulo en nuestras manos, después de haber atravesado,
uno dos o tres años en el mismo lugar, compartiendo un pensamiento que se fue
gestando de a poco en nuestras mentes, después de las mateadas en clase,
después de las jornadas de trabajo en las que participamos, después de los
consejos, las palabras, los gritos, las broncas y todo eso que nos tocó vivir,
no podemos dejar que después de tener el titulo, ese analítico que fue tabú en
nuestra vida, en nuestra historia, porque terminar el secundario es parte de
una historia de vida. No podemos dejar que eso termine ahí. Y no podemos dejar
que esa misma incorrespondencia nos vuelva a pisar los talones.
Es tiempo de seguir con este proyecto, es tiempo de que lo
que fue nuestro, siga siendo nuestro, es tiempo de que esa incorrespondencia no
nos vuelva a tocar y que lo que corresponda lo forjemos nosotros.
Desde la cultura, hacemos la cultura. Y desde nuestro suelo, nos armamos
nuestro techo.
Para nombrar algunos puntos fundamentales, que hacen que de a poco nos empiecen
a corresponder esas incorrespondencias.
Podríamos nombrar como primer punto, a las peñas. Las peñas del Bachi no solo son música
fuerte, bandas en vivo y vecinos quejándose. Es mucho más que eso. Es la pelea
constante contra la cultura del consumo. Es la lucha interminable que tenemos
contra aquellos que no quieren tenernos ahí. Eso tal vez expliqué por que somos
una de las pocas casas antiguas en un barrio rodeado de edificios
descomunales que nos quieren comer con
sus abismales estructuras.
Es la diversidad cultural, el ejemplo claro de que los trabajadores hacemos el
mundo.
Los artistas, que también son trabajadores, los compañeros encargados del
Buffett Popular, que también son trabajadores, los coordinadores y los
compañeros que organizan el evento, y se quedan
a limpiar hasta la última gota de cerveza derramada por un pogo
violento. Esa es la cultura popular a la que apuntamos. Esa es la verdadera
cultura del trabajo.
También hubo jornadas
de trabajo, porque la casa no se construyó de un día para el otro, ni tampoco
se construyó sola. Se construyó con el esfuerzo de todos los compañeros que
desde el inicio están ahí, bancando, ayudando, compartiendo, resistiendo hasta
la última pincelada para que este lugar, nuestro lugar sea un verdadero
espacio, donde la cultura es, sobre todo, el arma más poderosa, para cambiar el
mundo.
También cabe destacar y agradecer a aquellos que hacen que las tareas que fuimos emprendiendo sean un
logro totalmente colectivo a lo largo de
todo el año.
A las loterías familiares, a las jornadas de trabajo, a las pintadas, La feria
americana, al mural, la entrega de diplomas en Moreno, a la fiesta de la Pacha Mama de la Plaza de
Las Artes. La ardua tarea del centro cultural, a los talleristas y profes. A la
nueva pero no menos importante, Radio, donde desde ese mismo lugar, hoy podemos
decir estas cosas y muchas otras más.
Y hoy, a los egresados de este año lectivo 2013, ustedes que se bancaron tantos
años y tanto tiempo invertido acá. A esos que sabemos, que no vamos a olvidar.
Porque a pesar de todo, sabemos que el Bachillerato también aprende. Y no solo
aprenden los estudiantes. Los compañeros, los talleristas y los profes, se
llevan un poco de cada uno en cada egreso y en cada partida.
Aunque la partida en la mayoría de los casos solo sea conceptual, porque la seguridad
que tenemos es que más de una vez, los vamos a volver a ver.
La incorrespondencia, nunca puede corresponderle a nadie, sobre todo cuando
somos el trabajo que organiza, la fuerza que puede.
Buen año y feliz egreso.
¡¡¡FELICITACIONES COMPAS!!!